#EBOKAMatchBeer

Eboka es una casa de comidas que no solo evoca todo tipo de sabores, sino que también provoca. Y ayer provocaron un auténtico espectáculo gastronómico en el que la cerveza fue la protagonista y la cata la norma.
La cita fue anoche, jueves 20 de julio de 2017, a las 21.00 hs. Abanderando el evento, el grito de guerra: #EBOKAMatchBeer. Ocho cervezas artesanales, catadas a ciegas, para cuatro platos. Veinte personas reunidas y sentadas a una mesa común en función de jueces, críticos, público y foodies cerveceros, 100% al servicio de la causa. Presentando el match, Antonio Fernández. En el ring Markus Beer “84”, distribuidor de cervezas artesanales, y Jesús García “Cerveller”, productor de cerveza artesanal malagueña, ambos responsables de la selección de birras y enemigos a malta y cebada, al menos por esta noche.

No nos podemos callar, ni jugar al match literario de crear expectación. El primer MatchBeer de Eboka ha sido un exitazo y un motivo de orgullo ciudadano para esta Málaga estival.
La organización de la cata ha sido modélica y de esas que sientan precedente. Gran acierto el aglutinar a los invitados en torno a una gran mesa. Si se van a valorar, puntuar y emitir juicios sobre ocho cervezas artesanales, lo primero que hay que generar es diálogo, opiniones enfrentadas y un clima acorde con la ocasión. Fuera grupos separados, cada cual a su bola, bienvenido sea el symposium y la sagrada cultura de la discusión.
Los comensales empiezan a caer al modo español, es decir, a partir de los 15 minutos pasada la hora señalada. Es verano y estamos en Málaga, ¿qué más da? Además, la terraza de Eboka es de esas que han sido creadas para ser disfrutadas y muy adecuadas para una espera justificada. Antonio Fernández, gerente de esta casa de comidas y organizador del match, anfitrión de lujo donde los haya, recibe a cada uno de los invitados de manera personalizada y augurando lo que deparará la noche.
Llega el momento de pasar al salón. Lo gente empieza a murmurar, a saludar, a cotillear. Primer objetivo cumplido, este jurado ha entrado en el juego y va a por todas. Comienza el show.
“Hoy asistís a una competencia, a un reto.” Antonio Fernández, tras el típico llamado al orden tañendo una copa con una cucharilla, da la bienvenida, presenta a los competidores -Markus Beer y Jesús García-, y explica la dinámica del juego. “Ambos conocen el menú que hemos elaborado, y ambos tienen que ofrecer una propuesta diferente a la del otro para armonizar el plato que les vamos a ofrecer.” Con cada plato se servirán dos cervezas, “No sabéis de qué cerveza se trata y no sabéis cuál de ellos la propone, debéis puntuar a ciegas, solo a base de sensaciones, a partir de los elementos sensoriales y de la conjunción con el plato correspondiente. Una vez que hayáis puntuado os revelaremos de qué cerveza se trata, y en ese momento será cuando ellos nos expliquen porqué las han elegido.”
Pero nada está librado al azar, cada comensal dispone de 4 folios para establecer los baremos correspondientes. Cada par de cervezas debe ser valorada y puntuada en cuanto a su Aspecto, Aroma, Cuerpo, Sabor y Maridaje.
Finalizada la noche, continúa Antonio Fernández, “el ganador deberá retar a otro personaje que está esperando el reto”.
En el primer asalto se sirvió una Ensalada Templada de Espinacas, Queso Fresco del Valle de Los Pedroches y Gamba Blanca al Ajillo. La deliberación sobre las cervezas rompió los pocos hielos que quedaban entre el personal para dar paso a una profusa charla sobre las birras seleccionadas. Finalmente, se nos reveló el enigma: Stone IPA y Sierra Nevada Pale Ale.
Sierra Nevada fue la propuesta de Jesús García. Se trata de una cerveza americana de 5.6 %, estilo APA (American Pale Ale) y, por lo tanto, intensa en lúpulos, fabricada con dos tipos de malta, y muy apropiada para la intensidad de la ensalada debido al ajillo del aderezo.
Stone IPA fue la selección de Markus Beer. Una apuesta arriesgada, 6.9 %, cerveza de amargo potente debido a los 8 lúpulos que se utilizan en su fabricación. Se trata de una cerveza americana, distribuida en Europa desde la fábrica sede en Berlín.
Para el segundo round, Alubias Verdinas con Rape y Marisco, que Antonio Fernández explica como “cuchara de verano”, es decir, un guiso que se agradece y se soporta perfectamente con estas temperaturas tan elevadas. El maridaje estuvo a cargo de la cerveza Sargs APA, 5.5%, presentada por Markus Beer, y la ecológica Puente Nuevo, 4.8 %, por cuenta de Jesús García.
El Lagartillo de Cerdo Ibérico Joselito con Tumbet Mallorquín y Salsa Churrasco, magnífico, se acompañó de Weihnstephaner, 5.3 %, elegida por Jesús García, y Brooklyn Lager, 5.2 %, propuesta por Markus Beer.
La noche se cerró con un postre de portada, el Cheese Cake con Toblerone by Candy’s. Para este momento clave de la velada, la elección de las cervezas debía ser, más que minuciosa, exquisita. Markus Beer se decantó por una Konrad’s Stont, 10.7 %, una cerveza noruega de gama alta con base de malta torrefacta y notas de café y caramelo. Jesús García optó por la Barista Belgian Ale, 11 %, cerveza cuádruple cuyo nombre es un guiño a los baristas por las notas densas a café, galleta, caramelo y chocolate.

¿Y el vencedor de la noche? Jesús García “Cerveller”, auténtico peso pesado en el ámbito de la cerveza. Productor de cervezas artesanales malagueñas como la 84 y la Candy’s & Coffee.
Aunque en realidad, creemos, los auténticos ganadores fueron los 20 asistentes a una velada magnífica, impecable y que ha marcado un antes y un después en lo que a catas se refiere. No hubo puntos flacos ni momentos bache, ritmo perfecto para una ambientación cuidada al extremo.
Felicitaciones a los contrincantes Markus Beer y Jesús García, y a este último como ganador. Enhorabuena a Antonio Fernández por darnos una auténtica lección de lo que un anfitrión debe ser, sin estridencias ni falsos esnobismos, solo con la convicción que aporta ser un experto en la materia. Gracias al equipo Eboka por una noche memorable.
Nos vemos en la 2ª Edición de #EBOKAMatchBeer.